miércoles, 5 de agosto de 2009

Watchmen V


En el quinto capítulo Alan Moore deja los saltos al pasado y desarrolla una serie de eventos que sólo suponen un progreso hacia delante en la historia. Hay varios pequeños eventos, y me parece que todos tienen gran importancia. En primer lugar, volvemos a encontrarnos con Rorschach en medio de sus investigaciones nocturnas, revelándose una vez más en su tarea detectivesca de ir recogiendo datos para ir viendo cómo encajan en una gran figura que, él está seguro, es un gran plan maquinado paso por paso. Me parece interesante ver cómo Rorschach saca conclusiones puntuales a partir de observar la psicología de las personas, de cómo ellas se expresan o cómo actúan. Digo, por algo se llama Rorschach, pues parece haber concentrado su especialidad como ‘superhéroe’ en el conocimiento del funcionamiento de los comportamientos humanos en diferentes situaciones. Así mismo, vemos un aspecto importantísimo de su personalidad cuando habla de su disfraz, o de su proceso de enmascaramiento, cuando se convierte del vagabundo que es al superhéroe. Dice que la máscara no es algo que se pone para esconder su identidad, sino que, al contrario, ponerse la máscara (a la que llama su ‘piel’ o su ‘cara’) es convertirse en él mismo, en lo que realmente es. Lo cito: “putting them on, I abandoned my disguise and became myself, free from fear or weakness or lust”. Es decir, cuando se enmascara no se está escondiendo, se está liberando. Creo que estas cosas son muy importantes para tomar en cuenta en el siguiente capítulo, que tendrá como personaje principal a Rorschach, ya atrapado y encarcelado.

Otro evento importante es el intento de asesinato a Adrian Veidt, que para Rorschach es una pieza más que confirma su tesis de que ha comenzado una casería de enmascarados. Veidt se defiende y el sicario parece suicidarse con una píldora. Se nos presenta además al Adrian Veidt ya convertido en todo un empresario que ha transformado su fama de ‘superhéroe’ en juguetes para niños y métodos de ejercicios (vemos publicidad de esto en la contracara del comic que lee el joven negro al lado del quiosco de periódicos). Así mismo, se nos presenta la opinión que tiene la gente común y corriente de Veidt, representada en el vendedor de periódicos, quien dice que intentar matar a Veidt es testimonio de la decadencia de la sociedad, ya que él es un verdadero héroe, un santo, un ejemplo al que se le guarda admiración.

Además, el número profundiza en el comic dentro del comic: ‘Tales of the Black Freighter’ y nos enteramos, gracias al texto final, que la historia que vamos siguiendo es sólo una de las que publicó el autor, en una serie de historias sobre piratas y un barco del infierno que lleva a hombres condenados por sus pecados. La historia que nosotros seguimos es supuestamente una de las más aclamadas de todas las que este autor publicó. Aquí habría que reflexionar sobre el motivo por el que Moore le ha dado tanta importancia a este comic dentro del comic. En primer lugar habría que recordar que el texto final de este capítulo termina diciendo que el autor actualmente está desaparecido, habiéndose aparentemente desvanecido de un día a otro. Esto sin duda tiene importancia para el transcurrir de la historia, ya que aquí podemos conocer las características del trabajo del autor desaparecido. Es un trabajo denso y oscuro, con gran importancia puesta en el sufrimiento humano y en los momentos de desesperación que él vive. Esto me parece muy sugerente y sin duda es importante para tener en cuenta luego. Además de ello es claro el simbolismo que Moore utiliza con la historia del ‘Tales of the Black Freighter’ y la historia que transcurre en el comic en general. Una de las cosas más pajas de la obra.

Por último, un par de cosas más a apuntar. Moore presenta, en el texto final, al comic ‘Tales of the Black Freighter’ como uno que ha cambiado la historia del comic y que ha influenciado fuertemente en lo que ha venido después de él. Esto, por supuesto, suena a lo dicho en la vida real sobre Watchmen. Me parece que esto habla de que Moore estaba, al menos ligeramente conciente de lo que estaba haciendo con su obra. Sabía, al menos de un modo implícito, que estaba haciendo algo lo suficientemente diferente y lo suficientemente bueno como para que sea reconocido como algo sobresaliente. Este es uno de los motivos por los que me parece que este capítulo, a pesar que no es de los más ricos en el relato, es en el que Alan Moore hace explotar las altísimas pretensiones que tiene el comic Watchmen. Otro de los motivos es la impresionante genialidad que supone la organización de los cuadros en este número. El capítulo es titulado ‘Fearful Symmetry’, es decir, Aterradora Simetría. Veamos primero las páginas 14 y 15, que componen la mitad de este capítulo y que forman entre las dos una imagen completa:


Los cuadros coinciden perfectamente en su composición, como si estuvieran mirándose uno al otro en un espejo. O mejor dicho, como si Rorschach hubiera hecho con ellos lo que hace en los siguientes cuadros con la hoja y la mancha (como son las manchas de las pruebas de Rorschach):


La figura que queda está en simetría con la otra. Pero en esas dos paginas -la 14 y la 15- no queda esta simetría. Si vamos avanzando a partir de la 15, y retrocediendo a partir de la 14, vemos que los cuadros tienen la misma composición, pero de forma opuesta, como si -repito- estuvieran mirando al otro en un espejo. Así, lo mismo que pasa con las páginas 14 y 15, pasa con las páginas 13 y 16, e igual con las 12 y 17, y con las 11 y 18, y así sucesivamente hasta el principio y el final. Todas las páginas tienen su exacto opuesto, como si todas fueran pruebas de Rorschach en las que se podría ver algo más de lo que se ve a primera vista. O como si cada uno viera en ellas lo que quisiera ver. Esto, recordando el título del capítulo, es un detalle propio de la obra maestra que es este comic. Estas cosas hacen de Watchmen lo que es, y hablan del trabajo detallado y profundo que realiza con su obra Alan Moore. Francamente, se pasó. (Y eso que este es sólo uno de los montones de detalles que guarda la obra.)

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