lunes, 5 de enero de 2009

La frenología

Uno de los excesos en torno al tema de la relación entre el cerebro y la mente se dio en la segunda mitad del siglo XIX, en la que se hizo popular una ciencia denominada como frenología (creada por el médico Franz Joseph Gall) (la palabra griega frenós se suele traducir por ‘mente’). Esta ciencia postuló que existen zonas en el cerebro de acuerdo a las cuales la personalidad del sujeto se determina de una u otra forma. Es decir, la conformación física del cerebro determina a la mente en todos sus ámbitos, llegándose a decir que de acuerdo al desarrollo en ciertas zonas se podía predecir si alguien era racista, o si tenía tendencias criminales, e incluso cuál podía ser la posición política. Se consideraba además que no era necesario ir directamente al cerebro para ver cuáles son sus formas, sino que es suficiente con examinar las formas de las protuberancias del cráneo y de la cara para saber cuáles son las áreas que más desarrolladas tiene el cerebro. Así, los frenólogos asignaron a ciertas zonas de la cara la correspondencia con diversos aspectos de la personalidad. Un ejemplo clásico y ridículo es el de una mujer con grandes protuberancias detrás de las orejas y con dotes particularmente especiales para las relaciones sexuales. A partir de esto, se postuló que tal zona de la cabeza era la correspondiente a la habilidad para el sexo.

El exceso que comete esta pseudociencia va de la mano con, por ejemplo, el afán de Laplace por concebir un determinismo que no sólo tendríamos que aceptar, sino que además podríamos conocer a través de alguna ciencia unificada, exacta y universal. Hoy en día la frenología que está dejada de lado por su radicalidad injustificada, pero ciertamente influenció mucho en los posteriores estudios del cerebro como determinante de la psicología de los individuos.

2 comentarios:

Schizoidman dijo...

En relación a la frenología de acuerdo, totalmente ridículo. sin embargo, cabe recalcar que para Laplace, en un tiempo de absolutismo científico, era aceptablemente lógico. El principio de incertidumbre de Heisenberg nos ilustra que la ciencia ya no busca una manera determinista de lograr el conocimiento pleno.

R.M.O. dijo...

si pero el principio de heisenberg sólo objeta contra la posibilidad del conocimiento del determinismo, no contra la existencia del determinismo.