
Tuve mis primeros acercamientos con la teología de la liberación. Definitivamente lo que más me llamó la atención es el uso que hacen de la noción marxiana de praxis, tomando el término para referirse a aquello que mueve desde sus bases a toda concepción de la teología de la liberación que se tiene hoy en día. La teología de la liberación tiene su punto más auspicioso en la década de los 70s, decayendo luego probablemente por la proliferación de sus doctrinas y por la apropiación de ellas de parte de las diversas tradiciones y grupos culturales. Así, hoy talvez sea más exacto hablar de varias teologías de la liberación, en donde concebimos teologías feministas, teologías negras, etc. Es precisamente esta pluralidad, que surge gracias a la teología de la liberación clásica, la que no habría sido tomada tan en serio como se la debió haber tomado por parte de los teólogos de la liberación clásicos, deseosos tal vez de un solo grupo que se mueva en conjunto para adquirir así más fuerza frente a las oposiciones.
Intentaré enumerar algunas de las características básicas de la teología de la liberación:
1. La desacralización y deconstrucción de nociones antes consideradas por la teología como verdaderas, absolutas y privilegiadas. Acá ya se hace notar el peso de la noción de praxis como algo importantísimo en esta nueva perspectiva. En la teología de la liberación se concibe que depende de cada tradición, de cada intersubjetividad y su propia praxis cuáles son las nociones más importantes.
2. Hay una constante y muy fuerte atención a los aspectos políticos, económicos y sociales de las sociedades. Todo ello teniendo siempre como punto de partida y como objeto principal de preocupación a los pobres. De este modo se hace a un lado a la iglesia como reguladora de la sociedad, y se da paso a una que busca comprenderla en su aspecto más preocupante. Así, se comienza a concebir que la pobreza no va a desaparecer con caridad, sino que lo va a hacer con acciones políticas prácticas. Hay un compromiso con el cambio.
3. La teoría deja de ser importante si es que esta no tiene una relación directa con la práctica. Así pues, hay cierta concepción pragmatista, a partir de la que se considera que cualquier postulado teórico no debe abstraerse a ámbitos que sean incomprensibles o inviables en la práctica. Una teoría de ese tipo es totalmente inútil. Por decirlo de algún modo, se busca bajar a la iglesia de los cielos paradisíacos para bajarla al arenal de los pobres. O como diría Wittgenstein, se destruye la iglesia de cemento para construir chozas entre los pobres.
4. La denuncia de las instituciones que utilizan al cristianismo como medio para legitimar actos que violan el derecho de los pobres y de la sociedad en general. Se busca que la Iglesia entre en conflicto directo con quienes tienen el poder. Hay denuncia de diferencia de clases y de imperialismo.
5. La teología debe ir siempre de la mano con una ‘teoría de lo social’ que sea una ‘teoría de la acción’. La iglesia está inmersa en lo social. Debe adaptarse a las particularidades de ella. Así, no hay un método universal que utilice la iglesia, sino que cada una deberá actuar de acuerdo al contexto social en el que se encuentre. Ya no es una iglesia para el individuo, sino para las sociedades.
6. Ya no hay perspectivas privilegiadas ni neutrales (éticamente neutrales). Ahora sólo hay una perspectiva principal: la de los pobres y sus intereses.
7. En la teología de la liberación la fe se hace ella misma praxis (Gutierrez).
8. Según Gutierrez la pregunta principal de la teología debe ser: “¿Qué relación hay entre la salvación y el proceso histórico de liberación del hombre?”
Intentaré enumerar algunas de las características básicas de la teología de la liberación:
1. La desacralización y deconstrucción de nociones antes consideradas por la teología como verdaderas, absolutas y privilegiadas. Acá ya se hace notar el peso de la noción de praxis como algo importantísimo en esta nueva perspectiva. En la teología de la liberación se concibe que depende de cada tradición, de cada intersubjetividad y su propia praxis cuáles son las nociones más importantes.
2. Hay una constante y muy fuerte atención a los aspectos políticos, económicos y sociales de las sociedades. Todo ello teniendo siempre como punto de partida y como objeto principal de preocupación a los pobres. De este modo se hace a un lado a la iglesia como reguladora de la sociedad, y se da paso a una que busca comprenderla en su aspecto más preocupante. Así, se comienza a concebir que la pobreza no va a desaparecer con caridad, sino que lo va a hacer con acciones políticas prácticas. Hay un compromiso con el cambio.
3. La teoría deja de ser importante si es que esta no tiene una relación directa con la práctica. Así pues, hay cierta concepción pragmatista, a partir de la que se considera que cualquier postulado teórico no debe abstraerse a ámbitos que sean incomprensibles o inviables en la práctica. Una teoría de ese tipo es totalmente inútil. Por decirlo de algún modo, se busca bajar a la iglesia de los cielos paradisíacos para bajarla al arenal de los pobres. O como diría Wittgenstein, se destruye la iglesia de cemento para construir chozas entre los pobres.
4. La denuncia de las instituciones que utilizan al cristianismo como medio para legitimar actos que violan el derecho de los pobres y de la sociedad en general. Se busca que la Iglesia entre en conflicto directo con quienes tienen el poder. Hay denuncia de diferencia de clases y de imperialismo.
5. La teología debe ir siempre de la mano con una ‘teoría de lo social’ que sea una ‘teoría de la acción’. La iglesia está inmersa en lo social. Debe adaptarse a las particularidades de ella. Así, no hay un método universal que utilice la iglesia, sino que cada una deberá actuar de acuerdo al contexto social en el que se encuentre. Ya no es una iglesia para el individuo, sino para las sociedades.
6. Ya no hay perspectivas privilegiadas ni neutrales (éticamente neutrales). Ahora sólo hay una perspectiva principal: la de los pobres y sus intereses.
7. En la teología de la liberación la fe se hace ella misma praxis (Gutierrez).
8. Según Gutierrez la pregunta principal de la teología debe ser: “¿Qué relación hay entre la salvación y el proceso histórico de liberación del hombre?”
9. Se hace a un lado la noción dualista entre lo sagrado y lo profano, lo histórico y lo trascendente. Sólo hay un devenir humano que es asumido por Cristo. La historia de la salvación y la de la humanidad se hacen una sola en Cristo. Así pues, el término ‘liberación’ no sólo se refiere a la liberación social, sino también a la salvación espiritual (trascendente).
No hay comentarios:
Publicar un comentario