miércoles, 11 de febrero de 2009

Autoconfianza e inconformidad

“En todas partes la sociedad se conjura contra la humanidad de cada uno de sus miembros. La sociedad es una asociación anónima de acciones en la que, para asegurar mejor el pan diario de cada accionista, sus miembros se ponen de acuerdo en eliminar la libertad y la cultura de sus comensales. La virtud más deseada es la conformidad. La autoconfianza es, pues, su enemiga. Esta sociedad no valora las realidades ni los creadores, sino los nombres y las costumbres.

Quien aspira a ser un hombre, ha de ser un inconformista; quien desee ganarse los laureles de la inmortalidad, no debe dejarse obstaculizar por el nombre de la bondad, sino que debe investigar si en verdad eso es bondad. ...Tu bondad ha de tener algún tipo de aristas, o de lo contrario no será nada. La doctrina del odio ha de predicarse como compensación de la doctrina del amor cuando esta consiste en lamentos y gimoteos.

…Abandona tu teoría, igual que José dejó su manto sobre la adúltera, y lárgate. Tu conformismo no explica nada. Actúa como individuo y todo lo que hayas hecho como individuo te justificará en el día de hoy. Los siglos no hacen sino conspirar contra la salud y la autoridad del alma. …La historia no es más que una impertinencia y un agravio, sobre todo cuando pretende ser algo más que una jubilosa apología o una parábola de mi ser y devenir.”

Ralph Waldo Emerson (en “Autoconfianza”, 1841)

…Y dicen que la filosofía norteamericana no existe.

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