lunes, 30 de junio de 2008
Mundial de filosofía
viernes, 20 de junio de 2008
BAHAMUT 2 (Lili Fiallo)

Bahamut
jueves, 19 de junio de 2008
BAHAMUT (Jorge Luis Borges)
“La fama de Bahamut llegó a los desiertos de Arabia, donde los hombres alteraron y magnificaron su imagen. De hipopótamo o elefante lo hicieron pez que se mantiene sobre un agua sin fondo y sobre el pez imaginaron un toro y sobre el toro una montaña hecha de rubí y sobre la montaña un ángel y sobre el ángel seis infiernos y sobre los infiernos la tierra y sobre la tierra siete cielos. Leemos en una tradición recogida por Lane:
‘Dios creó la tierra, pero la tierra no tenía sostén y así bajo la tierra creó un ángel. Pero el ángel no tenía sostén y así bajo los pies del ángel creó un peñasco hecho de rubí. Pero el peñasco no tenía sostén y así bajo el peñasco creó un toro con cuatro mil ojos, orejas, narices, bocas, lenguas, y pies. Pero el toro no tenía sostén y así bajo el toro creó un pez llamado Bahamut, y bajo el pez puso agua, y bajo el agua puso oscuridad, y la ciencia humana no ve más allá de ese punto’
Otros declaran que la tierra tiene su fundamento en el agua; el agua, en el peñasco; el peñasco, en la cerviz del toro; el toro, en un lecho de arena; la arena, en Bahamut; Bahamut, en un viento sofocante; el viento sofocante, en una neblina. La base de la neblina se ignora.
Tan inmenso y tan resplandeciente es Bahamut que los ojos humanos no pueden sufrir su visión. Todos los mares de la tierra, puestos en una de sus fosas nasales, serían como un grano de mostaza en mitad del desierto. En la noche 496 del Libro de Las Mil y Una Noches, se refiere que a Isa (Jesús) le fue concedido ver a Bahamut y que, lograda esa merced, rodó por el suelo y tardó tres días en recobrar el conocimiento. Se añade que bajo el desaforado pez hay un mar, y bajo el mar un abismo de aire, y bajo el aire, fuego, y bajo el fuego, una serpiente que se llama Falak, en cuya boca están los infiernos.
La ficción del peñasco sobre el toro y del toro sobre Bahamut y de Bahamut sobre cualquier otra cosa parece ilustrar la prueba cosmológica de que hay Dios, en la que se argumenta que toda causa requiere una causa anterior y se proclama la necesidad de afirmar una causa primera, para no proceder en infinito.”
miércoles, 18 de junio de 2008
Aaron Copland: Cómo escuchar la música 2
Se me viene a la mente Gianmarco diciendo que el compositor no es más que aquel que atrapa las melodías que ‘están en el aire’. Yo a eso le llamo mediocridad. Y no se equivoquen, hay ciertas canciones que le he escuchado a Gianmarco, y que he disfrutado, pero no es posible que un músico se rebaje tanto, que no sea conciente del trabajador que es o que tiene que ser. Probablemente para Gianmarco o para esos tipos de ‘artistas’ les sea fácil decir algo así, ya que le encomiendan todo el trabajo a un ‘productor’, que en estos casos es quien realmente le da vida a las canciones. Considero natural que el artista disfrute el matarse trabajando en su arte, que quiera ser dueño total de su arte en todos los campos posibles. Porque eso es lo que hace el artista (digamos que ese es su motivo de ser artista, y es lo que a mi parecer se disfruta tanto al ser artista), es decir, generar gérmenes emocionales, cargados, significativos, pero al fin y al cabo sólo gérmenes si es que aun no tienen el trabajo intelectual (que repito, no consiste necesariamente en llenar la obra de detalles).
¿En qué sentido es realmente un artista quien no trabaja su arte intelectualmente? Claro, alguien podrá escandalizarse y decir: ‘y quién eres tu para decir qué es el arte, o quien es artista?!’. Bueno pues, pienso que sí tienen que haber criterios para considerar qué es el arte o quién es el artista. CRITERIOS MÓVILES, NO RIGIDOS, CRITERIOS QUE NO SIGNIFIQUEN ENREJAR LAS POSIBILIDADES DEL TRABAJO ARTÍSTICO, pero al fin y al cabo criterios. Ayudaría a esta aclaración de los criterios una lectura de los criterios del lenguaje de Wittgenstein, o del fundamento móvil que le busca al sentido de nuestras palabras.
Abra por ahí otro que se escandalice (con más razón) y quiera decir: ‘pero Schuman está hablando claramente de música de cámara, cómo se te ocurre a ti hablar de (lo que Schuman y yo llamamos) música popular. Y encima citas a Gianmarco!’ Bueno la verdad este sería un tema de un post individual, pero podría decir ahora que cualquiera de las cosas que he expresado se aplican a cualquiera de esos dos ámbitos, aunque a mi me parezca que la división tan grande que se ha hecho entre la música de cámara y la música popular es realmente absurda. El propio Schuman, aunque no exageradamente, parece concebir una brecha demasiado grande entre estos dos modos de entender la música. Demostrando así con amplia obviedad el poco conocimiento de, por ejemplo, ciertas obras progresivas (propias de lo que llamarían ‘música popular’), que nada tienen que envidiarle a la ‘complejidad’ de la música de cámara, en la que Schuman se apoya para hacer la división.
Aaron Copland: Cómo escuchar la música 1

Hoy tengo el libro en mis manos, no porque lo haya comprado, sino porque me di cuenta de que estaba en la biblioteca de la universidad, con lo cual sume una excusa más para seguir desempleado. Como dije al inicio, recién lo he comenzado a leer, y ahora quisiera comentar no más que la introducción de William Schuman, que tiene cosas por resaltar, y mucho.
Aaron Copland
Tras un elogio a Copland, Schuman dice lo que me parece lo más importante de su pequeña introducción: la importancia del factor intelectual a la hora de contemplar la música (y por supuesto cualquier otro arte). Cito a Schuman para luego comentarlo:
“Por desgracia para la música, muchos oyentes se contentan con meterse en un baño emocional y limitar su reacción a la música al elemento sensual de sentirse rodeados por sonidos. Pero estos sonidos están organizados; los sonidos nos hacen un llamado intelectual así como otro emocional.”
Esto me parece importantísimo, pues es muy común en todas las artes que la contemplación se haga sólo desde un punto de vista emocional, cuando lo más rico del arte está en su trabajo intelectual. Lo digo una y mil veces: los genios son genios no por el talento sensual que tienen, o por las hermosas melodías, o figuras, o palabras que crearon, son genios por el trabajo arduo, constante, detallado, INTELECTUAL, que le dan a su arte. Y es importante que le prestemos atención a este trabajo, porque de lo contrario estaríamos relacionándonos solo superficialmente con el arte. Cada detalle cuenta y a cada uno se le debe prestar atención, como parte fundamental de un todo.
viernes, 13 de junio de 2008
lunes, 2 de junio de 2008
I've never met a man who knew so much about nothing
La felicidad es el fin de todo ser humano, la felicidad se apoya en la filosofía donde la insensatez de ayer se vuelve la sabiduría de mañana, y cuyo secreto, como dice Tolstoi, no es hacer siempre lo que se quiere sino querer siempre lo que se hace. Como diría Einstein... todos somos muy ignorantes... pero no todos ignoramos las mismas cosas. Esto es Industrias Vandelay.
Schizoidman.
domingo, 1 de junio de 2008
Justificación: ¿Por qué un blog?
Si a alguien le interesa lo que aquí se publique, excelente, bienvenidos sean su atención, sus comentarios, sus críticas, sus maldiciones, etc. Pero mi principal propósito será procurarme satisfacción a mí mismo, como en cada una de las empresas en las que me encamino.
Confío en quienes me acompañan en esta ocasión, y ellos confían en mí. Eso basta en las Industrias Vandelay.
Soothsayer.